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Rincones insólitos de Barcelona

El termómetro de Portal de L’Àngel: cuando la publicidad era de beneficio público

Un termómetro de 20 metros de altura indica a los barceloneses si hace frío o calor desde hace más de 65 años. ¿Cómo ha llegado hasta allí?, ¿Qué récords ostenta?

No hay barcelonés o turista que pase por Portal de l’Àngel que no se fije en este peculiar elemento que se asoma ya casi en el cruce con Plaza Catalunya. Se trata de un termómetro funcional que en su día fue el más grande del mundo. ¿Cómo ha llegado a este rincón y a quién pertenece?

Can Cottet: una familia de ópticos muy agradecida

Los que tuvieron la ocurrencia de colocar un termómetro en pleno Portal de l’Àngel no son otros que la familia Cottet, a quienes perteneció el edificio hasta 2019. Se trata de una familia de ópticos aún en activo que llevaban instalados en el edificio al que dan nombre desde 1902. Con una tradición que data de 1840, esta estirpe de franceses dedicados a la venta de gafas quisieron instalarse en Barcelona tras visitarla uno de los nietos del fundador, Constantino, en la Exposición Mundial de 1888.

14 años después, el propio Constantino Cottet abriría la óptica en una recién reformada Avenida Portal de l’Àngel, en unos tiempos en los que ni tan siquiera la Plaza Catalunya estaba aún configurada como el gran foro céntrico que es a día de hoy. Este hecho conllevó a que, años más tarde cuando toda la actividad comercial de la ciudad, se trasladó a este punto como centro neurálgico, a la óptica Cottet le fuera especialmente bien.

Al momento de su inauguración en 1902, la óptica Cottet de Barcelona era la más grande de Europa, con 2.000 m2 de exposición

Tal eran los beneficios y el agradecimiento que la familia tenía hacia la ciudadanía barcelonesa que tan bien les había acogido que, como regalo a la ciudad, los hijos de Constantino: Fernando, Rolando y Renato, decidieron instalar en la década de los 40 un termómetro gigante que recorriera toda su fachada, a semejanza de un artefacto similar que vieron en un viaje a Copenhague. Un termómetro que no solo serviría para anunciar la temperatura a todo el que por allí pasara, sino para también establecer un record (el más grande del mundo) y, de paso, usarlo como reclamo publicitario.

El termómetro de Portal de L’Àngel se acabó inaugurando el 25 de febrero de 1956, debido a numerosos retrasos con proveedores de Europa que, embarcada en la II Guerra Mundial, no podían asegurar a la familia los medios necesarios para su construcción. Finalmente fue una empresa barcelonesa, Guerin Sociedad en Comandita, quienes se hicieron cargo siguiendo los planos del ingeniero J. Nebot.

Con un rango de medición que va de los -5º a los 45º, se estrenó en plena ola de frío, siendo el único momento en su historia en el que marcó su mínimo posible.

El termómetro de Portal de L'Àngel es un icono de la ciudad que ha sobrevivido al traslado de sus dueños

El termómetro de Portal de l’Àngel: un prodigio con medidas de record

Tal como indicamos, el termómetro de Portal de l’Angel fue el de mayor tamaño del mundo hasta que el récord se lo arrebatara en 1991 un termómetro de Baker, California (del doble de tamaño, 41 metros). No obstante, a día de hoy sigue siendo el de mayor tamaño de España y el tercero del mundo, por detrás de uno de similares medidas en Frankfurt.

Pese a que ya no ostente el título mundial, sus números siguen siendo de vértigo más allá de sus 22 metros de altura, como lo son las dos toneladas que pesa, el uso de 710 tubos de neón (que en la reforma de 1998, se sustituyeron por luces led) y el gasto eléctrico y de mantenimiento, que asciende a los 11.000 euros anuales.

Termómetro de Baker, California. A día de hoy el de mayor tamaño del mundo.

De hecho, este último dato produjo que, tras una avería en 2009, la familia Cottet decidiera no hacerse cargo más del gasto que tal elemento emblemático les ocasionaba. Tras negociaciones con el Ayuntamiento de Xavier Trías, en 2011 fue éste quien se hizo cargo de los 70.000 euros que costaba su reparación, a lo que se sumó que el instituto municipal de Paisatge Urbà de BCN (constituido en 1997 dentro del plan Barcelona posa’t Guapa) lo declarara elemento protegido del Petit paisatge de Barcelona.

El termómetro de Can Cottet a día de hoy

La óptica Cottet mudó su actividad en 2019 a la Rambla Catalunya, ocupando los bajos del edificio una tienda de cosméticas Primor y la zapatería Casas.

El resto del edificio ha sido adquirido por un fondo de inversión inmobiliario que, como parte del acuerdo de cesión y protección, deberá garantizar el mantenimiento del termómetro, ya que aunque forma parte del inmueble y éste no está protegido, tiene la consideración de elemento emblemático de la ciudad, y por tanto, tiene la misma consideración que los 32 establecimientos históricos protegidos.

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